domingo, 29 de junio de 2008

POLITIZACION EN EL MANEJO DE LA VICUÑA




Esta crianza es practicada por un tipo especial de sociedades que habitan sobre los cuatro mil metros de altitud. Son comunidades de pastores donde se concentran las zonas de mayor pobreza y que requieren, con urgencia, del apoyo y colaboración del aparato estatal. Cerca de 800 comunidades campesinas en el Perú trabajan en la crianza de vicuñas y a la producción de su fibra, considerada una de las más preciadas y de alto valor en el mercado externo. Sin embargo, uno de los problemas que enfrentan radica en la falta de mecanismos para comercializar adecuadamente sus productos. El gobierno piensa que la posibilidad de acceder al mercado estadounidense, representa una luz de esperanza para mejorar esta situación. Pero, haciendo una comparación con lo que hoy les sucede a los productores alpaqueros, que tienen problemas no solo en la comercialización sino en la accesibilidad a nuevas tecnologías, diremos que los beneficiados con todos estos cambios serán los dos únicos grupos industriales que trabajan en el Perú (Inka y Mitchell). Creemos que la extrema pobreza no es suficiente justificación para cambiar la visión conservacionista por una mercantilista. Aunque, se pierdan votos electorales se tiene que poner seriedad a todos los planes de explotación de la Vicuña, ya que de ninguna manera podemos estar de acuerdo con políticas de gobierno oportunistas sin un enfoque social, o donde no se incluya el problema de la desertificación andina y el pobre desarrollo tecnológico. Como se sabe la intervención humana en el manejo de la población silvestre siempre produjo cambios, tanto en el ambiente físico y biológico, como en el pool genético, desencadenando una serie de modificaciones en la conformación, fisiología y el comportamiento de los cautivos. La acción de la deriva genética, y la consanguinidad producida por la selección artificial, disminución de la heterocigosis y aumento de la homocigosis, producen cambios al azar, aumentando así la frecuencia de características indeseables (defectos congénitos) y expresión de genes recesivos que en forma homocigótica producen una disminución en productividad y/o la capacidad reproductiva que puede amenazar la sobrevivencia, produciendo un tipo de cuello de botella poblacional que reduce el número de padres por una o más generaciones, resultando una población incapaz de volver a lo que existía antes. En el caso de la vicuña, existen evidencias históricas que esta especie puede haber pasado por un cuello de botella poblacional, pero se desconoce el impacto que este proceso pueda haber tenido. Sin embargo, estudios preliminares señalan la posible existencia de una reducida diversidad genética, entre las poblaciones actuales (Stanley, Kadwell y Wheeler, 1994). En estas circunstancias, es necesario tener mucha precaución en el desarrollo de programas destinados a facilitar el manejo de la vicuña. Cualquier acción, como por ejemplo, limitar el movimiento de los grupos de machos no territoriales, puede provocar resultados negativos, sobre la viabilidad de la especie. Hasta que se establezca el estatus genético de la vicuña, intentos de incrementar la producción de fibra conllevan el peligro de arruinar su calidad, produciendo modificaciones genéticas, que podrían conducir a la "reinvención" de la alpaca.

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